204. Calle Simón de Anda

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      ANTES                                             (Fuente de las fotografías: Archivo Municipal - imágenes de Google)                                            AHORA                                             
El 14 de abril de 1954 fue otorgado este nombre a la nueva calle entre el Portal de Arriaga y la que habría de ser plaza de Pascual de Andagoya. En la mitad de la calle, a su derecha, sale la dedicada a Julián de Apráiz. Enfrente, en los primeros años de aquélla, continuaba parte del viejo camino, que desde la plaza de Santo Domingo, llevaba, lindando el río "Chirrio", a la ermita de San Juan de Arriaga. El primer edificio levantado en la calle, fue uno de tipo "chalet", cuando todavía no había comenzado la urbanización.

Luego fue el de la fábrica de motocicletas "Motores y Vehículos, S. A.", que se estableció el año 1953. Una de las primeras instalaciones del crecimiento industrial emprendido en esa década.

En el otro lado de la calle, entre la de Apráiz y el Portal de Arriaga, ha estado el vivero provincial. Simón de Anda y Salazar, nacido en Subijana de Alava en 1709, fue un ilustre jurisconsulto que, entre otras empresas, acometió la de recopilación de las Leyes de Indias. Nombrado magistrado en la Audiencia de Manila, llevó a cabo una gran labor, en la que sobresalió la defensa que hizo contra los ingleses en favor de España, que gracias a su intervención recuperó las Islas Filipinas, que habían quedado separadas tras una sublevación de los tágalos.

Murió en Manila, cuando se disponía a regresar a España. En algunas ocasiones se ha tratado de trasladar sus restos, que se encuentran en la catedral de la capital filipina, a Vitoria. La última vez acordó realizar gestiones para ello, el año 1951, el Consejo de Cultura de la Diputación.

Antes de haber sido otorgado el nombre de Simón de Anda a la calle que lo lleva lo había acordado en 1921 el Ayuntamiento, sin que hubiera sido hecho realidad el acuerdo de entonces, que previó el otorgamiento de tal nombre, con el de algunos otros vitorianos insignes, a una de las primeras calles que se abrieran.

(Fuente del texto: Venancio del Val)

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