Esta calle, que comienza en la confluencia de las de Ramón y Cajal, Portal de Castilla y Cadena y Eleta y concluye en la plaza de Lovaina, se llama así desde el 19 de noviembre de 1924. Le fue dado el nombre al poco tiempo de su apertura, cuando todavía tardó algún tiempo en ser urbanizada, si bien otros Ayuntamientos habían sugerido la apertura de esta calle, para comunicar la del Portal de Castilla con la de Domingo Beltrán. El acuerdo definitivo fue adoptado el año 1922.
El Ayuntamiento estaba presidido por don Fermín González de Sarralde, y consideraba útil y necesario la apertura de esta vía urbana. Para ello fueron adquiridos a los herederos de don Eduardo Velasco los terrenos que se encontraban afectados.
Iniciadas las obras en el mes de marzo, debieran haber estado terminadas para el 19 de junio de 1923, pero, como no fuera así, el 21 de noviembre se volvía a insistir en el Ayuntamiento, entonces presidido por don Herminio Madinaveitia.
Apenas abierta la calle, a fines de 1927 se inició la construcción de la primera y única casa de vecindad por los hermanos González Peña, al comienzo de la calle, en su lado izquierdo. En seguida también, al final y en la otra parte, dio su nueva fachada la Tintorería Villanueva, que establecida en 1820, tenía hasta entonces su acceso por la calle de la Magdalena.
Permaneció en el mismo lugar hasta que en 1975 se trasladó al nuevo edificio construido en el polígono industrial Ali-Gobeo. Se vio obligada al traslado por afectarle la ordenación urbana de la zona en torno a la concatedral.
Está dedicada la calle, en virtud de moción presentada al Ayuntamiento por su alcalde, don Jaime Ignacio Echevarría, al sabio marianista que, además de haber sido director del Colegio de Santa María, se distinguió en varias facetas científicas, especialmente en el campo de la espeleología. Al motivar el nombre de la calle, sugerido por los antiguos alumnos del mencionado Colegio, se pedía que así fuera honrado don Luis Heintz "por cuanto hizo por la formación educativa de ciudadanos vitorianos, contribuyendo así a que el nombre de nuestra Ciudad ocupe un alto nivel cultural, representada por sus hijos".
Con el nombre del titular de la calle se colocó una lápida de bronce en la mano derecha, al comienzo de la calle, que luego desapareció, en algunas obras de 'reforma. Fue sustituida por otra vulgar.
El 16 de abril de 1936 se privó a esta calle de su nombre, sustituyéndolo por el de Ronda, que también abarcaba las de Ramiro de Maeztu y Domingo Beltrán. Unos meses después le fue restablecido el nombre. El 7 de octubre de 1953 se acordó su prolongación hasta la calle recién abierta de Ricardo Buesa; pero luego se decidió que tal prolongación llevara el nombre que hoy ostenta de Sancho el Sabio. Don Luis Heintz falleció en San Sebastián el mes de noviembre del año 1934.
La casi totalidad de la calle, en su lado izquierdo, se encuentra ocupada por el Colegio "Santa María", o de los marianistas. Estos, al llegar a Vitoria el año 1890, se establecieron en una casa de la calle Santa María, donde luego ha estado alojada la Comandancia de Obras militar, para ir a instalarse en 1892 al Portal de Castilla. Y, dada la insuficiencia del edificio para sus necesidades y el desarrollo del colegio, el año 1946 comenzaron las obras de ampliación del mismo, con la nueva entrada actual y la construcción correspondiente a ésta, cuyas instalaciones fueron bendecidas el 31 de octubre de 1949. El proyecto fue realizado por los arquitectos antiguos alumnos Emilio de Apráiz y Jesús Guinea.
El año 1961 fue preciso la reforma y reducción de la finca en la parte que comunica con la hoy plaza de Lovaina y calle de la Madre Vedruna, al ser urbanizada aquélla. Desapareció entonces el edificio destinado a Noviciado, así como la huerta y jardines.
La parte opuesta de la calle, tapiada antes, comunica con los jardines de la Concatedral de María Inmaculada, Madre de la Iglesia, que fueron trazados en vísperas de la apertura de aquélla. Quedaron replanteados de forma oficial y solemne el 13 de marzo de 1966.
Al poco tiempo de haber quedado abierta la calle de don Luis Heintz y antes de que fuera urbanizada, fue utilizada durante algunos años para instalar en ella algunas casetas de feria durante las fiestas patronales. Con lo que quedaba desahogado el paseo entre la misma y la de Becerro de Bengoa, donde fue costumbre instalarlas entre los años 1907 y 1955.
Al comienzo de la calle, a su mano derecha, tuvieron su huerta, hasta que se abrieron los jardines de la catedral nueva, los hermanos González Peña, que fueron quienes construyeron la única casa del otro lado.
(Fuente del texto: Venancio del Val) - (Fuente de las fotografías: AMVG / Internet)
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